El argumento no es que los gobiernos puedan crear clústeres, sino que pueden ayudar a proporcionar los entornos empresariales, innovadores e institucionales vitales para el éxito de los clústeres.

El papel clave del gobierno es el de habilitar entornos mediante la creación de marcos de políticas habilitantes, planes de acción estratégicos y empleados del servicio público capacitados y motivados.

Debe tener un papel destacado en las etapas iniciales: guiar el proceso de mapeo de conglomerados, liderar el diálogo público-privado sobre los cuellos de botella institucionales y de políticas que inhiben el desarrollo de la industria y el desarrollo empresarial.